Teppanyaki Sagami, una joya oculta en el Sheraton de Yokohama
Para una noche especial en Yokohama con la familia, elegimos el Teppanyaki Sagami, situado en la 8ª planta del Yokohama Bay Sheraton Hotel & Towers. Conocido por su espacio refinado y sus ingredientes cuidadosamente seleccionados, este restaurante es una obra maestra de la cultura culinaria japonesa en forma de teppanyaki. Una visita a la página web oficial del hotel (Yokohama Bay Sheraton Hotel & Towers ) revela su ambiente relajado. Le advertimos de que le espera una experiencia que satisface los cinco sentidos en un entorno tranquilo, lejos del bullicio de Yokohama.
Sagami cuenta con asientos en el mostrador donde podrá disfrutar del trabajo artesanal del chef justo delante de usted. Las llamas bailando en la plancha, el sonido de los alimentos al cocinarse y los aromas que flotan en el aire. Todo ello se combina para hacer de la propia comida un entretenimiento. Sentimos que habíamos tomado la decisión correcta al elegir este lugar para una noche especial con la familia.

Lujoso tiempo en familia en Teppanyaki
El objetivo del día era disfrutar del teppanyaki a placer con la familia. Cuando llegamos a nuestra mesa, el chef nos saludó con una sonrisa. El menú ofrece carne de Wagyu cuidadosamente seleccionada y marisco fresco. Elegimos solomillo, cangrejo real y abalón como platos principales.
El Teppanyaki es también una forma estupenda de disfrutar de una conversación con el chef. Mientras escuchábamos al chef explicar cuidadosamente de dónde proceden los ingredientes y los puntos clave de la cocción, quedamos fascinados por la magia culinaria que se desplegaba ante nuestros ojos. Los ojos de los niños brillan ante las llamas que estallan en la plancha, mientras que los adultos se maravillan ante la artesanía que hay detrás de todo ello. El encanto del teppanyaki es que cada miembro de la familia puede disfrutar y compartir el mismo momento desde una perspectiva diferente.
El solomillo estaba crujiente en la superficie y tierno y jugoso en el interior. El cangrejo real estaba concentrado de dulzor y sabor, y su sabor se degustaba y realzaba con la simple cantidad de sal. El abalón tenía un equilibrio perfecto de crujiente y ternura, mientras que el calor de la plancha encerraba el sabor. Todos los ingredientes estaban desprovistos de una decoración excesiva y nos demostraron que los propios ingredientes eran la estrella del espectáculo.
Escuchar la verdadera voz de los ingredientes, la filosofía del teppanyaki
Mientras comía teppanyaki, reflexionaba sobre su filosofía única, que difiere de la de la cocina francesa e italiana. En la cocina francesa, se hace hincapié en «realzar» los ingredientes con salsas, hierbas y métodos de cocción complejos. El Teppanyaki, en cambio, se centra en sacar lo mejor de la voz de los propios ingredientes. La dulzura de la grasa del solomillo, el delicado sabor del cangrejo real, el aroma marino del abalón. Éstos son entregados «tal cual» por la técnica del chef.
La sencillez del «tal cual» es en realidad lo más difícil. La calidad de los ingredientes lo determina todo, y el calor y el tiempo del chef son cruciales para el éxito del plato. El Teppanyaki es una cocina construida sobre una relación de confianza entre los ingredientes y el chef. Mi experiencia en Sagami en este día me lo enseñó una vez más.
Especialmente impresionante fue el arroz al ajillo servido al final del plato. A diferencia del arroz al ajillo normal, la forma de preparar el arroz carbonizado fue un nuevo descubrimiento para nosotros. El chef extiende el arroz finamente y lo cocina cuidadosamente en la plancha hasta que queda crujiente. Debido a su finura, la textura es sorprendentemente ligera y el sabroso sabor llena la boca. Fue uno de esos momentos en los que toda la familia dijo: «¡Esto es nuevo!». Fue el momento en el que todos dijimos al unísono. Este plato simboliza la actitud Sagami de respetar la tradición pero sin miedo a innovar.
Tiempo en familia y contemplación individual
La curiosidad de los niños se despertaba con las técnicas del chef y las historias de los ingredientes, mientras que los adultos reflexionaban sobre la cultura y la filosofía que hay detrás. Para mí, el teppanyaki enseña la importancia de saborear el «momento presente». En medio de nuestras ajetreadas vidas, nos enfrentamos a nuestras familias y apreciamos las bendiciones de la vida a través de la comida. Esos momentos me hacen reconfirmar la riqueza de la vida.
Con la vista nocturna de Yokohama como telón de fondo, cada plato, entretejido por el calor del teppan y la habilidad del chef, era como una pequeña historia. Uno comparte la historia con su familia y habla de lo que sintió cada uno. Este sencillo acto puede ser una de las ideas de «sabiduría» de Private Wisdom. No es conocimiento o información, sino comprensión profunda adquirida a través de la experiencia. Enriquece nuestras vidas.
Resumen tipo Sabiduría Privada
La experiencia teppanyaki en Sagami fue un momento de lujo para saborear la esencia de los ingredientes y pasar tiempo en familia. El rico sabor del solomillo, la exquisitez del cangrejo real, el aroma del abalón y el innovador arroz al ajillo. Todo ello encarnaba la «profundidad en la sencillez» del teppanyaki. La filosofía de respetar los propios ingredientes, diferente de la cocina francesa o italiana, nos enseña la importancia de «discernir la esencia» también en la vida.
La Sabiduría Privada consiste en valorar las pequeñas percepciones que encontramos en la vida cotidiana y las cosas que adquirimos a través de la experiencia. La comida en Sagami de este día fue un ejemplo perfecto de esto en la práctica. Las conversaciones familiares, las habilidades del chef, las historias de los ingredientes. En medio de todo ello, pudimos afinar un poco nuestra propia «sabiduría». SAGAMI, que adorna las tardes de Yokohama, fue un lugar lleno de tanta contemplación y alegría.
コメント